lunes, 26 de mayo de 2008

Estilo: Una forma inédita de estar en el mundo


CARMEN LÓPEZ


Licenciada en Filología Hispánica y, actualmente, profesora de Diseño de la Universidad de Málaga. Poeta y diseñadora de objetos poéticos. Ha publicado Geografía del silencio (Monosabio, Málaga, 1999) y su libro Balance de negros, para la colección Puerta del Mar, se presenta en la Feria del Libro.

Se les llama poetas, pero no todos lo son. Hay malabaristas de la palabra, ilusionistas e incluso trileros. Carmen López es una especie en extinción, la de aquellos que sienten y viven como poetas. El estilo tiene que ver con esto, con no desentonar con la obra, con mantener un equilibrio entre la forma y el concepto. Lo demás es puro truco.


Me han dicho que ha creado una daltonera, ¿eso qué es?


Una pantonera para daltónicos. Un regalo que hice a un amigo.

¿Cómo explica el rojo a un daltónico?


La parte conceptual es una foto de Santiago Carrillo. La real, una fresa.

¿Y el verde?
La parte conceptual son dos rombos y la real una hoja de árbol.


Muy ingenioso. ¿Me cuenta un chiste de esos que se inventa?


Vale: ¿Por qué la población vasca está tan envejecida? Porque tiene muchos radicales libres.


Es bueno. Veo que es breve hasta en los chistes. Eso ya es un signo de estilo, al menos de consideración hacia el prójimo. ¿Qué es estilo?


Para mí, una persona con estilo es aquella que, en un primer golpe de vista, es percibida sinópticamente. Es decir, es la capacidad sutil de transmitir una forma inédita de estar en el mundo.


¿Qué no lo es?


Para mí, una persona que no tiene estilo es aquella que, en un primer golpe de vista, pasa desapercibida. Es decir, es la incapacidad para desmimetizarse del entorno inmediato.


¿Cómo describiría Andalucía a alguien que no la conoce?


Para mí, Andalucía es la zona geográfica con más metros cuadrados de corazón. Es decir, que late de vida hasta el punto de ebullición pero también vive en dislate hasta el absurdo. En definitiva, sedición y relax, aunque no necesariamente a partes iguales.


¿Qué hace falta cambiar para convertirnos en una región innovadora, en un foco de vanguardia?


Que los puentes tendidos hacia Madrid o Barcelona, por poner un ejemplo, comiencen a ser de vuelta.


¿Qué hay que cambiar en Málaga para que sea una ciudad cultural?


El chovinismo del pescaíto y el complejo de inferioridad (valga la contradicción).


¿Qué cosas le ponen los vellos de punta?


La impostura (en cualquiera de sus frentes).


Platón tenía miedo de los poetas y de los músicos, por eso los expulsó de su república. Los poetas y los músicos son peligrosos porque utilizan la palabra tanto como el silencio. Un silencio que él quiso rellenar de ideas. Por su culpa estamos condenados a bostezar ante tanto discurso robado y tanta idea repetida, a encajonar la vida en conceptos. Como si eso fuera vida. Platón era un pelma.
Les deseo una semana llena de intuiciones. Para empezar les dejo con Carmen.



Inapetencia óntica


Yo trato de acercarme sin ruido ni olor

trato de ser transparente

para que adviertas que soy

no alguien más

no un cuerpo

no unos ojos

no una máquina de deshacer milagros


soy un parapente planeando en plomo

una botella opaca de erosión

lamiéndose la herida

trato de ser translúcida en mis pasos

no dejar huella

no dejar el adn al derramar la copa

no ser ente ni entidad ni espíritu ahumado

sólo trato de no ser

y espero que lo adviertas.
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jueves, 15 de mayo de 2008

El majarón. Un estilo genial.


ALFONSO VÁZQUEZ



Licenciado en Derecho comunitario. Redactor de La Opinión de Málaga. Autor de “Teoría del majarón malagueño” y “Cien años de noticias en Málaga”. Colaborador en “Malagueños en la Historia”. Premio José María Torrijos de Periodismo 2004. Premio Jara Carrillo 2005. Presidente de la Comunidad de Vecinos de su casa en el Palo.

Majarón debe pronunciarse maharón, con la hache aspirada. Para los que no sean de Málaga, esta palabra se utiliza para definir a alguien a quien le falta un tornillo. Viene del vocablo árabe mahrum. Su sonido evoca el fatalismo y la resignación oriental ante lo que no tiene remedio.


Alfonso Vázquez iba para diplomático, pero su afición por la escritura le llevó al periodismo. Su libro “Teoría del majarón malagueño” es todo un éxito de ventas.
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¿Hay un cierto estilo en el hecho de ser majarón?


No conozco una película más 'estilosa' que 'Amarcord' de Fellini, que está cuajada de majarones y de hecho, es un maravilloso homenaje a una ciudad italiana, tan mediterránea, neurótica y majara como Málaga. El majarón tiene estilo porque en esa frontera en la que se mueve (la de la razón más irracional), en ocasiones ofrece ejemplos de ingenio y hasta de genialidad. No olvidemos que Picasso fue un majarón genial, dicho sea con todo afecto y envidia.


Esta ciudad tan surrealista ¿puede ser un referente cultural?


¿Por qué no?, quizás de una forma peculiar. Sin ir más lejos, en el paseo marítimo Pablo Picasso, a la altura del tranvía, hay un carrito de la compra abandonado y oxidado por el tiempo. Podemos considerarlo nuestro Peine de los Vientos.


Sí, es verdad, justo detrás del tranvía. Es un ready made in Málaga. Y no olvidemos las cacas de los perros. Como dirían los expertos en arte son “obra reciente”. ¿Cuál es el motivo de tanta desidia?


Durante siglos, Málaga ha sido una 'terra incógnita' en el mapa del mundo, un cero a la izquierda con fama de urbe violenta y poco letrada, rodeada de ciudades ilustres como Cádiz, Córdoba, Granada o Sevilla. A finales del XVIII sale del anonimato por su empuje comercial. En Málaga todavía sobrevive ese espíritu de 'motor económico' que ha hecho que la protección del patrimonio y el respeto por el medio ambiente pasen a un segundo plano, ofreciendo a las generaciones futuras una ciudad urbanísticamente caótica en la que el mito del 'nuevo rico' sigue muy presente.
A pesar de este lastre, la ciudad comienza a mostrar signos de raciocinio, y eso que, en unos años, disfrutaremos del merdellonísimo espectáculo de los rascacielos de Repsol, previa reducción de 20.000 metros cuadrados de zonas verdes y la triplicación de la edificabilidad. Así nos las gastamos aquí.


Qué opina sobre Andalucía


Es una gran tierra de acogida, a años luz del concepto cateto y patriotero de 'realidad nacional', que nada tiene que ver con ella. Una tierra de acogida que en los últimos años ha acogido con demasiada benevolencia a concejales del GIL, constructores sin escrúpulos y otros mamíferos. Por eso, más que una realidad nacional es una 'realidad urbanística', para nuestra desgracia.

Qué es estilo y qué no lo es


Es la proyección exterior de tu personalidad, que puede ser original o aborregada; merdellona o discreta, entre otras miles de variantes. No hay nada que no tenga estilo. Excepto el despacho de D. Manuel Ruíz de Lopera y él mismo.


Usted parece muy tranquilo, ¿no le altera ser presidente de una comunidad de vecinos?, ¿echa mano de sus estudios diplomáticos?


Camino varios kilómetros todos los días. Desde mi casa al trabajo. Es una buena forma de mantener la calma.


Alfonso Vázquez es un cronista de la vida cotidiana con espíritu universal. Existen majarones reconocidos y otros que disimulan hasta que nos sorprenden un buen día. Todos somos majarones en potencia. En medio de tanta discusión sobre identidades, existe algo que unifica al ser humano. Su capacidad para lograr ser un perfecto majarón.

Teoría del majarón malagueño está publicado en editorial Almazara

www.editorialalmazara.com







miércoles, 7 de mayo de 2008

El estilo consiste en ser tú misma


Ana Navarro Navarro



Teniente de Alcalde Delegada de Cultura, Patrimonio Histórico Artístico y Relaciones Institucionales de Antequera.



La cultura no es como el chóped, pero también hay que venderla. Andalucía pretende convertirse en industria cultural de primer orden. Hay quien no entiende esto, quien piensa que va a ser algo así como “Señorita Gómez, acuda a la planta de monumentos megalíticos”; pero no, es algo más sutil, y para explicarlo está en este blog Ana Navarro Navarro, una mujer que, además de tener mucho estilo, tiene mucho que ver en el protagonismo cultural que está adquiriendo Antequera.



¿Cómo se rentabiliza el patrimonio artístico?



Aprovechando las oportunidades. Tenemos un lugar estratégico desde el punto de vista geográfico por lo que al desarrollo económico hay que añadirle el cultural, uno sin el otro no deben de funcionar, porque entonces si que crearíamos disfunciones en la sociedad. Ser conscientes de que no todas las iniciativas han de venir desde el sector público. Lo que si tenemos la obligación desde las Administraciones es provocar, crear oportunidades para que emerjan las iniciativas privadas culturales.


¿Qué papel tienen los creadores?



El de impulsar nuevas ideas. Imaginar nuevos productos. Apoyarlos es el reto que tienen ante sí las Instituciones y en el que debe participar el sector privado.



¿Y los empresarios?



Fundamental. Muchas de las creaciones, iniciativas pioneras, líneas de futuro y muchas cosas más provienen de las empresas e industrias culturales. Ahora por fin se está poniendo en valor y es mejor para todos. Los empresarios culturales han de hacerse ver como un sector emergente, que genera empleo, pero sobre todo trazar estrategias comerciales conjuntas, falta aún ese rodaje.



Las técnicas de marketing son claras: No basta con un buen producto, hay que crear una atmósfera agradable. Los creadores y los empresarios están por la labor, en cuanto a las instituciones se echa en falta una ética de la razón cordial, en palabras de Adela Cortina, ¿sería posible una política con más estilo?



Sí, claro que es posible. Tenemos que aprender una pedagogía de consenso. Es una asignatura pendiente.



Y hablando de estilo, qué es estilo y qué no lo es



Yo creo que el estilo consiste fundamentalmente en ser tú misma, y no hay estilo cuando se nota algo añadido, superpuesto, algo que no encaja.



¿Y el colmo del antiestilo?



Son aquellas personas que no saben cuál es su papel. Que de pronto te dan el codazo y se autoconvierten en protagonistas.


Ana Navarro está más guapa que cuando la conocí. Y ya se sabe que la belleza, a partir de una edad, depende de la inteligencia. Me cuenta que abrió una librería antes de estar en política, y compruebo otra vez más que a la persona que lee se le acaba notando.
Me despido de ella y aprovecho para visitar la colegiata. Un chico muy mono me pregunta algo en alemán. No le entiendo pero no importa. La cultura es universal. Es independiente. Como las feromonas.